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jueves, 17 de diciembre de 2009

DOLOR MANDIBULAR DE ORIGEN CARDIACO

RESUMEN


En las complejas estructuras anatómicas orofaciales, asientan muchos procesos dolorosos. Las algias orofaciales más comunes tienen su origen a nivel dental, periodontal o en estructuras musculoesqueleticas. Sin embargo, el paciente puede manifestar dolor en esta región, bien en dientes o estructuras musculoesqueleticas, y la fuente originaria localizarse a distancia. A este tipo de dolor se le llama dolor heterotópico. Una posible fuente de dolor heterotópico es el dolor de origen cardíaco.
Este articulo presenta un caso clínico en el que el dolor mandibular bilateral fue el síntoma inicial de una cardiopatía isquémica que fue erróneamente etiquetada de artrosis de la articulación temporomandibular.
Palabras clave: Dolor cardiaco, dolor mandibular, dolor heterotópico.


INTRODUCCIÓN


El dolor referido a las estructuras orofaciales en muchas ocasiones supone un importante desafío diagnóstico para el odontólogo o el médico.
Un alto porcentaje de la semiología dolorosa que se manifiesta en el macizo craneofacial, tienen su origen en los problemas estomatológicos, especialmente en las estructuras dentarias, sin embargo, es de vital importancia saber que en las estructuras faciales, pueden localizarse dolores heterotópicos o dolores referidos de un problema orgánico distante.
Algunos problemas cardiovasculares y especialmente la isquemia aguda del miocardio, puede tener representación dolorosa en la región orofacial y ser el síntoma único inicial o bien ser la queja principal del paciente.
El profesional, odontólogo o médico, debe conocer e identificar el dolor de origen cardiaco referido a áreas orofaciales, especialmente en personas con factores de riesgo, y realizar un exhaustivo diagnostico diferencial, lo que puede ser vital para el paciente si no se actúa a tiempo.
Debemos establecer un diagnóstico clínico apropiado, para que el tratamiento se dirija hacia la fuente del dolor y no al sitio donde se manifiesta el dolor.
Este artículo revisa la literatura relacionada con el dolor referido de origen cardíaco y presenta un caso clínico de dolor mandibular como síntoma inicial único, originado por un angor inestable a consecuencia de la lesión severa de dos vasos coronarios.

FISIOPATOLOGÍA DEL DOLOR CARDIACO

La isquemia es una situación producida por la deprivación de oxígeno y la eliminación inadecuada de los metabolitos; desde un punto de vista práctico, la isquemia del miocardio se debe casi siempre a una disminución del flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias.
Por este motivo, las manifestaciones clínicas y las consecuencias anatomopatológicas de la isquemia coronaria se denominan indistintamente cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria.
El mecanismo que provoca la isquemia no siempre es el mismo; con frecuencia se trata de un aumento de las necesidades de oxígeno, provocado por los cambios en la presión arterial y la frecuencia cardiaca (ejercicio y emociones), en un paciente con lesiones aterosclerosas coronarias, mientras que en otras ocasiones el dolor sobreviene sin causa aparente, sugiriendo que se ha producido una reducción espontánea del aporte de oxígeno.
La isquemia provoca la liberación celular de sustancias como la serotonina, la histamina o la bradicinina y permite la acumulación de metabolitos ácidos y de potasio; se cree que alguna de estas sustancias estimula las terminaciones nerviosas y provoca el dolor característico de la isquemia miocárdica (1,2).
La angina se define como el dolor, opresión o malestar, por lo general torácico, atribuible a la isquemia miocárdica transitoria. Es un concepto exclusivamente clínico y su diagnóstico se basa en las características y circunstancias que acompañan el dolor.
Las características que definen el dolor coronario son: el tipo, la localización, la irradiación, la duración, los factores desencadenantes y las circunstancias que lo alivian. En su forma habitual, los pacientes describen el dolor anginoso como una opresión, un peso o una sensación urente, localizado en la región retroesternal que irradia hacia los brazos, el cuello o la mandíbula.
Sin embargo, puede haber excepciones a esta descripción; en ocasiones se trata de una molestia indefinida que dificulta la respiración o bien se localiza exclusivamente en el cuello, la mandíbula, los brazos o incluso en las muñecas.
Los episodios de angina suelen iniciarse de forma gradual, alcanzan pronto su máxima intensidad y desaparecen también de forma paulatina en 1-10 min. En la angina de esfuerzo clásica, los síntomas presentan una clara relación con el ejercicio, en especial si éste se realiza tras las comidas o en un ambiente frío; las emociones pueden asimismo desencadenar la crisis. El cese de la actividad que provocó el dolor, el reposo o la administración de nitroglicerina sublingual determinan rápidamente su desaparición, excepto en algunas formas de angina (prolongada) en las que puede durar más de 30 min. Un dolor de menos de 30 seg. de duración o continuo durante todo el día rara vez es de origen coronario (1).

CASO CLÍNICO




Paciente de 76 años de sexo femenino, que consulta en un Servicio de Urgencias hospitalario, por presentar dolor en área mandibular de tres días de evolución
(Fig.1).

Fig. 1. Auto-imposición de manos para localizar el dolor.
Tras la exploración médica, la paciente fue remitida a su domicilio con el diagnóstico de "artrosis mandibular" prescribiéndole analgésicos y recomendándole que acudiera al dentista.
Horas después la paciente acudió a nuestra consulta, donde le aplicamos el protocolo de estudio a pacientes con desórdenes temporomandibulares (DTM) y como examen complementario le practicamos una ortopantomografía (Fig. 2).

Fig. 2. Ortopantomografía de la paciente sin alteraciones
significativas.






Dentro de los antecedentes médicos personales de la paciente, cabe destacar que padecía hipertensión arterial desde hace 3 años y hipercolesterolemia desde hace un año.
En la anamnesis acerca de las características temporoespaciales del dolor, la paciente refiere que presenta episodios de dolor en región submandibular bilateral, de tres días de evolución, que ahora se irradia a zona precordial y a la garganta. Los episodios de dolor tienen una duración que oscila entre los cinco y diez minutos, con sensación de falta el aire y sudoración acompañante. En este día ha presentado tres episodios. Este dolor ha sido resistente a los analgésicos que le prescribieron en el servicio de urgencias.
Tras la realización del examen estomatológico completo, encontramos un "Clic" de apertura en articulación temporomandibular derecha y crepitación en el lado izquierdo. Oclusalmente presentaba mordida cruzada y desviación de la línea media dental. La función mandibular estaba conservada con una apertura máxima de 39 mm.
En la ortopantomografía se evidenciaban signos de artrosis leve en la articulación temporomandibular izquierda.
Estos hallazgos no justificaban la clínica del dolor que presenta la paciente, por lo que emitimos el diagnóstico clínico de presunción de "cardiopatía isquémica" y remitimos a la paciente, con carácter urgente, desde nuestra consulta a un centro hospitalario para evaluación y tratamiento.
La paciente ingresó en el hospital y mientras le realizaban los exámenes clínicos, presento de nuevo varios episodios del dolor mandibular. En el electrocardiograma (ECG) se apreciaban signos de crecimiento y sobrecarga sistólica del ventrículo izquierdo, T negativa en II, III, aVF y de V4 a V6 ( Fig 3).

Fig. 3. ECG realizado cuando la paciente presentaba dolor
mandibular como único síntoma.








Fig. 4. ECG. T negativa en II, III, aVF y de V4 a V6
Tras efectuarle los estudios complementarios pertinentes: análisis de sangre, radiografía de tórax, ecocardiograma y cateterismo diagnóstico, se encontró lesión severa en dos vasos coronarios.




Se le practicó angioplastia y a las tres semanas fue dada de alta con el diagnóstico de angor inestable (Grado III, B1), lesión severa de dos vasos coronarios y doble lesión aórtica degenerativa.




DISCUSION


El dolor mandibular, como sitio de referencia de enfermedad cardiovascular o bien como como único síntoma inicial, en pacientes con isquemia cardiaca, ha sido referido por varios autores (2,3,4).
El dolor orofacial de origen cardíaco se puede explicar por la existencia de fibras aferentes viscerales cardíacas que se unen con las fibras sensitivas somáticas de la región torácica superior y cervical, produciendo un dolor que comúnmente irradia al brazo (5,6). La irradiación facial hacia el territorio de inervación trigeminal se observa con menor frecuencia y sería consecuencia de las interconexiones interneuronales entre las raíces cervicales superiores y los niveles medulares del nervio trigémino. La manifestación más frecuente, es el dolor en el ángulo mandibular que está inervado por las raíces cervicales superiores C2 y C3 (7,8).
El dolor de la artritis traumática de la articulación temporomandibular y de los espasmos musculares asociados puede irradiar a cuello y brazo izquierdo confundiéndose con el dolor de la angina de pecho. La administración de oxigeno y nitroglicerina proporcionará alivio en el caso de angina, pero no así para el dolor muscular o articular.
Otro factor a tener en cuenta en la presentación de un dolor cardiaco atípico, es la edad avanzada. El anciano parece haber reducido la percepción del dolor y muchas veces la isquemia cardiaca es silenciosa o cursa con sintomatología más inespecífica (9), nuestra paciente tenía edad avanzada además de antecedentes de hipertensión y arterioesclerosis.
CONCLUSIONES
Es fundamental realizar un buen diagnóstico diferencial del dolor orofacial, procurando encontrar el origen del mismo y teniendo muy presente que la cardiopatía isquémica se puede presentar inicialmente o como único síntoma mediante dolor mandibular, dental, o como una cefalea (10).
La cualidad del dolor, duración, intensidad, localización, así como los factores desencadenantes o atenuantes nos facilitarán un correcto diagnóstico.
Los antecedentes médicos, así como la edad y el sexo del paciente son otro aspectos a tener en cuenta. Ante la sospecha de dolor de origen cardiaco el paciente debe ser remitido a un hospital urgentemente.


BIBLIOGRAFÍA


1. Sanz Romero G.A. Cardiopatía isquémica. En: Farreras y Rozman Medicina Interna. Décimo tercera edición en CD- Rom. Barcelona: Mosby Doyma SA; 1996. p. 533-42. [ Links ]
2. Kreiner, M, Okeson J. Toothache of cardiac origin. Journal of orofacial pain. 1999; 13 (3): 201-207. [
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3. Okeson JP. Dolor orofacial, según bell. 5a edición. Barcelona: Quintessence; 1999. [
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4. Batchelder BJ, Krutchkoff DJ, Amara J. Mandibular pain as the initial and sole clinical manifestation of coronary insufficiency: Report of case. JADA 1987; 115: 710-712. [
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5. Peñarrocha Diago M. Dolor orofacial. Etiología. diagnóstico y tratamiento. Barcelona: Masson. S.A. 1997. [
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6. Tzukert A, Hasin Y, Sharav J. Orofacial pain of cardiac origin. Oral Surg 1981; 51: 484-486. [
Links ]

domingo, 9 de agosto de 2009

ANÁLISIS CARPAL COMO INDICADOR DE MADURACIÓN ÓSEA

INTRODUCCIÓN:
Durante el tratamiento ortodóncico, es muy importante la evaluación del crecimiento, ya que la mayoría de los pacientes que requieren tratamiento de maloclusiones se encuentran en un período de crecimiento activo.

Por medio del tratamiento ortodóncico se puede modificar el crecimiento facial, bien sea frenándolo, acelerándolo o redirigiéndolo hacia un vector normal, considerando entonces de mucha importancia la relación crecimiento - tratamiento.(1,3)

Durante la vida, los individuos pasan por diferentes estadios que implican un grado de creciente maduración. Cada individuo tiene su propio ritmo o tiempo de crecimiento y de acuerdo a esto su crecimiento puede ser rápido, promedio o tardío.

La edad cronológica no siempre valora el nivel de desarrollo y la maduración somática, por lo que se debe recurrir a determinar la edad biológica, calculándose esta a partir de la edad ósea, dental y morfológica (talla y peso), o del aumento de la maduración sexual. El nivel de maduración de un individuo en comparación con otro de la misma edad, tiene diferentes grados, de allí la importancia de utilizar métodos mas efectivos que permitan determinar dicho nivel en un individuo en un momento determinado. (1,3)

Uno de los métodos de mayor aplicación para determinar la edad ósea, es el que se obtiene a partir de la utilización de una radiografía de la mano izquierda, incluyendo mano y muñeca, considerándose estas como un "Reloj biológico". La madurez ósea se determina por el grado de mineralización de los huesos que la forman. Allí evaluamos los huesos del carpo, metacarpo, dedos y muñeca. Este método no se usa rutinariamente, sino se indica por lo general en los casos límites en los cuales exista duda en relación al nivel de maduración individual. (1,3,4,7)

De acuerdo a este nivel de maduración, se puede determinar en qué etapa del desarrollo se encuentra el paciente, dicho de otra manera, indicaría cuánto crecimiento tiene el paciente o cuanto le falta en relación al pico máximo de crecimiento puberal, en el cual se obtiene la mayor aceleración del crecimiento facial. Esto es de mucha importancia en relación con el tipo de tratamiento que se debe aplicar, ya sea de tipo ortopédico, ortodóncico o quirúrgico. (2)

Este diagnóstico ayuda a determinar el momento mas oportuno en la aplicación del tratamiento, pudiendo influir en el crecimiento o viceversa, también determinando el pronóstico de las maloclusiones Clase II, Clase III, casos límites, como también la evaluación en las recidivas de las maloclusiones tratadas. (8

Como se ha mencionado, la edad ósea se establece determinando radiograficamente el número y tamaño de los centros epifisiarios de osificación, es decir el desarrollo de los huesos, los cuales deben ser comparados con las normas existentes para cada edad y sexo.

Teóricamente, cualquier parte del cuerpo puede usarse para determinar la edad ósea, pero en la práctica la mano y muñeca, son las mas usadas, debido a que poseen un gran número de huesos y epífisis en desarrollo lo que permite el seguimiento de los cambios que ocurren a través de los años del crecimiento. Fig. 1. (1,3)

Fig. 1
Anatomía topográfica del esqueleto de la mano y muñeca.


1. Epífisis de la falange distal del pulgar.2. Epífisis de la falange proximal del pulgar
3. Hueso sesamoideo4. Epífisis de la falange distal de dedo índice
5. Epífisis de segunda falange del dedo índice6. Epífisis de la falange proximal del dedo índice
7. Epífisis de segunda falange distal del dedo medio8. Epífisis de la segunda falange del dedo medio
9. Epífisis de la falange proximal del dedo medio10. Epífisis de la falange distal del dedo anular
11. Epífisis de la segunda falange del dedo anular12. Epífisis de la falange proximal del dedo anular
13. Epífisis de la falange distal del dedo meñique14. Epífisis de la segunda falange del dedo meñique
15. Epífisis de la falange proximal del dedo meñique16. Epífisis del primer hueso metacarpiano
17. Epífisis del segundo hueso metacarpiano18. Epífisis del tercer hueso metacarpiano
19. Epífisis del cuarto hueso metacarpiano20. Epífisis del quinto hueso metacarpiano
21. Trapecio22. Trapezoide
23. Hueso grande24. Hueso ganchoso
25. Apófisis unciforme del ganchoso26. Piramidal
27. Pisiforme28. Semilunar
29. Escafoides30. Epífisis distal del radio
31. Epífisis distal del cúbito

El método mas utilizado para la determinación de la edad ósea, es el de Greulich y Pyle, el cual agrupa en un atlas una serie de radiografías, cada una de las cuales representa la maduración ósea típica por edad y sexo. Dicho atlas, está realizado sobre muestras de etnias diferentes, americana en este caso, por lo que a pesar de que son utilizadas rutinariamente para otros grupos de poblaciones deben ser evaluadas en consideración. (1,3,4) Se efectúan radiografías de la mano y muñeca izquierda, por estar ésta, menos influenciada por factores externos, considerando la mayor proporción de pacientes diestros. Existe muy poca diferencia entre el crecimiento óseo de la mano derecha e izquierda, calculándose que puede exceder una de otra en tres meses aproximadamente, presentándose esta diferencia en un 13% de los casos estudiados. (5)


MATERIAL Y MÉTODO:
Se tomaron radiografías de la mano y muñeca del lado izquierdo del paciente en estudio y se compararon con tomas radiográficas de pacientes con edades mas o menos similares existentes en el atlas, las cuales se han considerado como patrones estándares para cada edad y sexo, seleccionando aquella mas similar a la del paciente en estudio. Casos: 1, 2 y 3.

Fig. 2:Fig. 3:


Fig. 4Fig. 5:

Fig. 6

Fig. 7Fig. 8
Tomado del atlas Pac. femenino 8 años 10 meses Rx. del paciente Edad ósea: 8 años 10 meses


Caso 1: Paciente D. CH.
Edad cronológica: 9 años 10 meses.
Edad ósea según atlas de Greulich y Pyle:............ 8 años 10 meses
Maloclusión: Clase II División 1.
Tratamiento: Ortopédico funcional y con aparatología ortodóncica fija.


ESTUDIO DE EDAD ÓSEA:
La epífisis del cúbito, está un poco aplanada para formar la placa ósea, la forma exacta varía en los diferentes niños. El borde distal es cóncavo y presenta un proceso estiloideo diferente.

La superficie articular metacarpiana del hueso grande está comenzando a formarse. La porción del hueso ganchoso que articulará con la base del 5to. hueso metacarpiano está alargándose. Las superficies de los huesos escafoides y semilunar en relación con el radio comienza a definirse.

El margen distal del hueso escafoides, se encuentra un poco aplanado y su porción media se presenta alargada hacia el hueso grande. Se puede observar el comienzo de formación del hueso pisiforme.

Las superficies proximales de las epífisis del 2do, 3ero., 4to. y 5to. huesos metacarpianos están bastante cerca de las diáfisis y las epífisis de las falanges medias y proximales del 2do., 3ero. y 4to. dedo están tan amplias como las diáfisis.

Fig. 9Fig. 10


Fig. 11Fig. 12

Fig.13

Fig. 14Fig. 15
Tomado del atlas Pac. Masculino 15 años 6 mesesRx. Del pacienteE dad ósea 15 años 6 meses


Caso 2: Paciente E. D.

Edad cronológica: 12 años 11 meses................................ Fecha de nacimiento: 6 - 7 - 85
Edad ósea según atlas de Greulich y Pyle:............... QUINCE AÑOS 6 MESES
Maloclusión: Esquelética de Clase III
Tratamiento: Primera etapa: Tto. ortodóncico interceptivo.
Segunda etapa: Cirugía ortognática.


ESTUDIO DE EDAD ÓSEA:
Puede verse una parte del contorno del tubérculo del hueso escafoides.

El hueso sesamoideo puede verse a nivel de la cabeza del 1er. hueso metacarpiano, inmediatamente lateral.

La epífisis del 1er. hueso metacarpiano, se fusionó recientemente con su diáfisis y las epífisis de los otros huesos metacarpianos están comenzando a fusionarse.Se observa cierta fusión en las falanges distales de los dedos.

El desarrollo óseo que se observa en esta toma radiográfica corresponde en los varones a la etapa de la pubertad.

Fig. 16.aFig. 16 b


Fig. 17Fig. 18

Fig.19

Fig. 20Fig. 21


Caso 3: H .P.

Edad cronológica: 13 años............................................... Fecha de nacimiento: 20 - 9 - 83
Edad ósea según atlas de Greulich y Pyle:........ CATORCE AÑOS (14 años)
Maloclusión: Esquelética de Clase III. Posible cirugía ortognática.


ESTUDIO DE EDAD ÓSEA:
Las epífisis del radio y las de todas las falanges del 2do., ero., 4to. y 5to. dedos, han comenzado a emparejarse con sus diáfisis. En las falanges proximales, el acoplamiento de las epífisis son mas visibles sobre el lado del radio que sobre el lado del cúbito.

Los lados de las epífisis del 2do. al 5to. hueso metacarpiano, están alineados íntimamente con los lados de sus diáfisis. Las placas cartilaginosas se observan estrechas, algunas porciones de los espacios entre diáfisis y epífisis están fusionándose, indicando que está ocurriendo una pre-fusión. Los huesos individualmente tienen una forma de hueso adulto.


DISCUSIÓN:
El propósito de este trabajo fue analizar las ventajas que puede presentar al clínico ( ortodoncista, odontopediatra, cirujano, etc...) la utilización del análisis carpal, como un método de ayuda al diagnóstico y planificación de tratamiento en algunos pacientes con maloclusiones.

Este estudio se basó en la determinación del análisis carpal en tres pacientes que fueron tratados en el Postgrado de Ortodoncia de la Facultad de Odontología de Universidad Central de Venezuela, utilizando como referencia el atlas de Greulich y Pyle, el cual es uno de los métodos mas comúnmente empleado para este análisis. (1,3,4)

Dicho atlas fue creado para etnias caucasoideas, pero a pesar de esto se usa en nuestros pacientes como una guía, pero con ciertas reservas considerando la variabilidad que pudiera presentarse entre ambos grupos poblacionales por este concepto, lo cual será analizado en estudios posteriores.

Se debe recordar que la maduración ósea es un proceso continuo y que el factor crecimiento es una variable crítica en ortodoncia. Un plan de tratamiento, puede variar entre diferentes opciones como ortopedia, cirugía ortognática, extracciones dentarias o no, dependiendo del factor crecimiento.

El análisis carpal puede ayudar a evaluar el nivel de maduranción del paciente en un determinado momento de su vida, para poder determinar cuánto crecimiento le falta para alcanzar su estado adulto y de acuerdo con esto establecer un plan de tratamiento correcto.(1,3)

Para reforzar lo antes dicho se puede tomar como referencia los casos clínicos presentados en este estudio.

El primer paciente, D.Ch., tenía una edad cronológica de 9 años 10 meses para el momento del examen y su edad esqueletal fue de 8 años 10 meses; lo cual indicó el gran potencial de crecimiento que tenía, aprovechándolo para mejorar su relación esquelética de Clase II, utilizando aparatología funcional.

El paciente E.D., de 12 años 11 meses de edad cronológica y una maloclusión Clase III, tenía 15 años 6 meses de edad esqueletal, lo que nos indicó su cercanía al pico máximo de crecimiento puberal; esto permitió establecer un plan de tratamiento ortodóncico quirúrgico para solucionarle su problema de maloclusión.

El tercer caso, H.P., tenía una edad esqueletal adelantada (14 años) con respecto a su edad cronológica ( 13 años ) y presentó una maloclusión esquelética de Clase III; sin embargo, se consideró que todavía tenía mucho potencial de crecimiento, por lo que debía esperarse un mayor tiempo para realizar la cirugía ortognática. En este caso, se inició el tratamiento ortodóncico para mejorar la estética del paciente y posteriormente cuando pase su pico máximo de crecimiento puberal, se le realizará el enfoque quirúrgico que es el tratamiento ideal.


CONCLUSIONES:
  1. La edad cronológica, no es un buen indicador del nivel de maduración ósea de un individuo.

  2. El nivel de maduración ósea de un individuo, al compararlo con otro de la misma edad, tiene diferentes grados de desarrollo, por lo que se deben utilizar métodos efectivos para determinarlo en un momento dado.

  3. La edad ósea, determinada por el análisis y comparación de la radiografía de la mano, es el método mas usado y aceptado para determinar el nivel de maduración ósea de un individuo.

  4. El nivel de maduración ósea, ayuda a determinar cuál es el tipo de tratamiento que se debe aplicar (ortodóncico, ortopédico o quirúrgico) y cuál es el momento mas oportuno para realizarlo.

  5. De acuerdo al nivel de maduración ósea, el tratamiento ortodóncico puede influir en el crecimiento, y ayuda a determinar el pronóstico de las maloclusiones Clase II, Clase III, casos límites, como también la evaluación en las recidivas de maloclusiones tratadas.

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